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Con la fuerza que te da el poder el Congreso de la República llevó a cabo de manera presurosa y diligente, días atrás, la elección de los tres directores que conformarán el directorio del Banco Central de Reserva (BCR) por los próximos cinco años.

Fueron 5 los candidatos postulantes que se presentaron ante el Pleno, pero la bancada fujimorista y su abrumadora mayoría  ya tenían definido, de antemano, a los tres candidatos que serían favorecidos con sus votos y con ello no era necesario más. El proceso de elección fue un mero trámite, tanto así, que los otros dos candidatos ni siquiera fueron votados (Campodónico y Herrera Delcalzi). La suerte estuvo echada desde el principio.

Uno de los candidatos designados por Fuerza Popular y el primero en someterse al escrutinio en el Hemiciclo fue Elmer Cuba, miembro del equipo económico naranja en la campaña. Fue el que obtuvo, además, mayor consenso y una votación  de 84 congresistas a favor. El otro fue José Clímper, ex candidato a primer vicepresidente en la campaña última, además de Secretario General del partido Fuerza Popular. Recibió 72 votos para ser electo y aunque se cuestionó su postulación, no había opción para la objeción.

Y como quien se hace un “favorcito”, el partido aprista presentó al ingeniero Rafael Rey,  ex ministro aprista, pero además candidato a la vice presidencia en la plancha de Keiko Fujimori en las elecciones del 2011. Es conocida, ampliamente, la simpatía de Rey por el Fujimorismo. Su elección se respaldó en 71 votos, aun cuando no era un candidato idóneo para ocupar el puesto.

El perfil de Elmer Cubas estaría acorde para el cargo, aunque no fuese de filiación naranja, pero se dice que habría logrado la confianza de Fujimori para el encargo. Desde allí él y los otros dos directores podrían ejercer presión al Ejecutivo en el manejo de la política monetaria del país y el control en la cautela de las Reservas Internacionales Netas (RIN), que bordean los sesenta mil millones de dólares, algo que parece preocupar al fujimorismo con miras al 2021.

En el caso de Clímper, por el contrario, se han sostenido cuestionamientos desde diversos sectores ya que el ex vocero fujimorista se encuentra actualmente investigado por haber, presuntamente, adulterado y alcanzado unos audios para ser propalados por un canal de televisión durante la campaña. Algunos creemos que ese acto le costó la elección a la señora Fujimori y su credibilidad cayó por los suelos. La obstinación por elegirlo fue una muestra de que la fidelidad en el fujimorato se premia y que están dispuestos a imponer a sus piezas claves, sin consensos.

A Rafael Rey las críticas han llovido de todos lados, pues carece de conocimiento y experiencia en materia económica, lo que le resta calificación para asumir el cargo.

El fujimorismo ha empezado a hacer sentir que puede desarrollar un poder paralelo, desde el Congreso, que podría resultar embriagándolos, algo que ya han experimentado en el pasado, con nefastos resultados. La tentación es muy grande, ¡Cuidado!

No se puede dejar de reconocer también, y en honor a la verdad, que la elección ha sido legítima, nos guste o no, porque son mayoría absoluta y así lo determinó las votaciones y un sistema electoral cómplice, con reglas incoherentes. Es una tarea pendiente la reforma.

Este Congreso podría convertirse, en algún momento, en una piedra en el zapato de este Gobierno. El estilo de los noventas ha sido renovado y exhibe un discurso diferente, pero algunas veces ambiguo. No se aprecia, realmente, una voluntad del fujimorismo para lograr consensos. Bien pudieron dejar que las otras bancadas propusieran a los candidatos y ellos, con el poder de la mayoría, seleccionarlos. Pero ésa no son sus formas, porque llevan en su ADN el autoritarismo aunque pretendan disimularlo, por ahora.

En poco tiempo podremos confirmar si esto es una falsa percepción o es una realidad con la que el presidente Kucynski y su gabinete tendrán que bregar. Por lo pronto se viene la elección del miembro del Tribunal Constitucional (TC) que reemplazará el lugar que dejará el magistrado Oscar Urviola. El control del TC es fundamental en tiendas naranjas ya que por ahí podrían buscar la salida del Alberto Fujimori Fujimori, por la “puerta grande”.

Como diría el maestro Jedi en el universo de la ficción de «Stars Wars»: Que el poder y la fuerza nos acompañen, por la gobernabilidad de este país tan heterogéneo y complejo.

bcr