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Con Ajos y Cebollas

mes

noviembre 2016

SISMO POST APEC

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El gobierno de Pedro Pablo Kucynski atraviesa otro remezón político de gran intensidad.

Después del lamentable incendio en Larcomar la semana pasada y el fin del Foro Económico del APEC, llevado a cabo en Lima, el cotarro político está revuelto y alborotado.

Por un lado nos encontramos ante la inminente interpelación y probable censura, ya está cantada, del Ministro de Educación Jaime Saavedra, quien se convertiría en la primera baja en el Gabinete a poco más de 110 días de iniciado el Gobierno. La motivaciones pueden ser más políticas que de otra índole, pero es cierto también que el controvertido funcionario viene siendo auscultado por la prensa, los congresistas de oposición y la opinión pública, encontrándose indicios que su gestión presenta serios cuestionamientos de corrupción. Esto ocurre tras la denuncia en la compra de computadoras por casi 150 millones de soles y el desvío de fondos en esta transacción. Y, de pasadita, será interpelado también por la «desidia» de su gestión en la organización de los Juegos Panamericanos del 2019 a realizarse en Lima. Su suerte parece estar echada. Los fujimoristas ya lo hicieron saber y si ellos lo dicen, no hay más que discutir.

El Gobierno, por su parte, de manera consecuente se ha apresurado en respaldarlo cuando se sabe que una mayoría congresal lo tienen en la mira hace rato y es poco probable que le perdonen la vida. Saavedra hubiese podido darse una salida digna poniendo su cargo a disposición o presentando su carta de renuncia, pero no lo hizo ni se lo pidieron. Él ha sido miembro del régimen Nacionalista y, al margen de las explicaciones que pueda brindar, eso los «naranjas» no se lo pasarán por alto esta vez. Los votos ya están asegurados para mandarlo de regreso a su casa. El congresista de Fuerza Popular, Héctor Becerril, declaró ayer suelto de huesos, que el Presidente demuestra, una vez más, que le gusta vivir con la corrupción. A eso se han expuesto con un precipitado apoyo público, ¿habrán evaluado el control de daños que esta situación les traerá? No pareciera ser el caso.

De otro lado el Ministro Carlos Basombrío, jefe de la cartera de Interior, ha realizado una considerable purga en la Policía Nacional del Perú (PNP), dejándose de lado a 790 oficiales y subalternos. Una poda que a todas luces forma parte de la reforma que pretendería hacerse en la PNP como parte de la lucha contra la corrupción en la institución. Ello sin embargo, no quiere decir que el tema esté zanjado, las críticas le han llovido y le seguirán lloviendo al ministro porque es una medida impopular, pero necesaria para empezar a combatir el crimen organizado. Es justo también mencionar que no todos los invitados al retiro están comprometidos en actos dolosos sino que han sido cesados por Renovación de Cuadros, de forma “excepcional”. Ahora faltaría una purga así en el Ministerio Público y el Poder Judicial, si no el esfuerzo caerá en saco roto.

Como si esto no bastara, anteanoche, una réplica se sintió cuando la ex primera dama Nadine Heredia viajó súbitamente a Suiza para asumir la oficina de enlace, por encargo, ante la FAO. La sorpresa de todos ha sido grande y el Gobierno, a través de la Cancillería, no ha tardado en mostrar su incomodidad al no haber sido consultado para ello. Además, como se sabe, Heredia está siendo investigada por lavado de activos, nada menos, y asumir esta función fuera del país resulta algo preocupante. Ella tendría que venir a rendir a la justicia con cierta frecuencia lo que hace incoherente, por decirlo menos, que aceptara el puesto. Se conoce que habría solicitado afrontar el proceso desde Suiza, pedido que se resolvería en los próximos días. ¿Qué ocurrirá si dicho pedido es rechazado en el Poder Judicial?, ¿Volverá al país para afrontar su proceso? Francamente, lo dudamos.

El nombramiento de Heredia en la FAO parece ser la estrategia para armar su caso y considerarse luego una perseguida política y así buscar el anhelado asilo. Es posible suponer que al acceder al cargo podría gozar de la prerrogativa de la inmunidad funcional y brindarle el blindaje que ella requiere para eludir a la justicia, al menos por un tiempo. Nada de lo que hace la ex primera dama, hasta donde se le pudo conocer, lo dejaría al azar. Este plan terminaría siendo, además, el de contingencia frente al intento del año pasado cuando se pretendió no firmar un convenio de extradición con Francia, lo que se frustró por la suspicacia que generó y la presión mediática. La posible fuga, se desmoronó.

Otro aspecto relevante y que no deja de llamar la atención es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ente del cual depende la FAO, no haya reparado en su actual estatus legal y sorprende que haya defendido su designación a ultranza. ¿Cómo queda la UNODC, la Oficina de Naciones Unidas de Lucha contra las Drogas y el Crimen, frente a este hecho? Cuando menos, una flagrante contradicción.

En este caso no está en cuestión la presunción de inocencia de Heredia (a la que tiene pleno derecho), tampoco su derecho al trabajo, más aún, cuando al parecer ha sido contratada sin los pergaminos para el cargo. Lo que está en cuestión es que se valga de estas argucias para poner en riesgo su comparecencia, como investigada, frente a la justicia. Es imperdonable que no se le haya prorrogado el impedimento de salida del país a la señora Heredia, porque ella salió por el aeropuerto sin ninguna restricción. Ahí habrá el clásico peloteo de responsabilidades entre el Ministerio Público y el Poder Judicial. ¡Una mala señal!

Este sismo parece remecer las estructuras del Gobierno, nuevamente, que se vienen debilitando innecesariamente y más rápido de lo esperado. El Ejecutivo pudo haberse adelantado a la caída de los muros removiendo de su cargo al ministro Saavedra, porque su permanencia es a todas luces ya insostenible. La salida de Nadine Heredia era inevitable, porque nada se lo impedía, pero el Gobierno debe ser enérgico también en su protesta frente a la ONU y solicitar la anulación de esta designación.

Veremos qué sucede al final y los escombros que dejará esta nueva crisis.

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«A RÍO REVUELTO…»

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Un nuevo problema en el Gobierno y otra vez desde adentro.

El asunto es que el congresista pesquero Roberto Vieira no ha tenido ningún reparo en tildar públicamente y en los medios, de traidor, a su colega de bancada y vocero del partido gubernamental, Carlos Bruce. Le ha dicho que ha traicionado la confianza del Presidente y le imputó explícitamente estar “comprando” conciencias y votos para lograr adhesiones con tal de separarlo del partido y, por ende, de la  bancada.  Como si esto no fuese  suficiente dijo también que solicita que cambien al vocero de las filas ppkausas porque, según él, carece de liderazgo.

En última instancia lo retó a someterse al polígrafo para ver quién miente y que sus teléfonos celulares sean analizados, para ver de dónde se filtraron la conversaciones de Telegram en las que Gilbert Violeta afirma que el Presidente está secuestrado por un grupo de poder.

¿Esperaba Vieira que de esta manera sería escuchado?, sinceramente lo dudamos.

En el colmo de la deslealtad, impericia política o hasta de mala leche, se atrevió también a responsabilizar a su par Mercedes Araoz de “ocultar” información del gobierno anterior porque, según refirió, ella tuvo a su cargo la jefatura de la Comisión de Trasferencia. Parece que Vieira está dispuesto a ir con todo y  buscarse una salida rápida del partido. Su actitud ha sido de franca alevosía, cuando menos.

Una hipótesis apunta a que Roberto Vieira tendría planeado, hace tiempo, dejar su bancada y buscaría este tipo de intrigas para disfrazar su salida. Recordemos que su compañero y amigo Gilbert Violeta -quien le asignó el N°3 en la lista parlamentaria-  está siendo indagado en la Comisión de Ética por supuestos cobros de cupos y que podría recomendar, posteriormente, una investigación más minuciosa en otros ámbitos. Violeta, por cuenta propia se quejó días atrás que los congresistas Bruce y Araoz, justamente, no lo defendiesen. ¿Es ésta una coincidencia?, ¿O será que ambos están preparando una estrategia común? El tiempo lo dirá.

Con su ya demostrada astucia el congresista pesquero podría haber usado al partido para lograr un cupo congresal y así obtener su cuota de poder y por lo demás poco le importa el Gobierno, el partido y el mismísimo Presidente. De otra forma, ¿Cómo se entiende este altercado público con ribetes de escándalo? Sólo un ingenuo e inexperto en disciplina partidaria podría haber obrado así y Vieira no lo es.

Por otro lado, recordemos que Vieira se declaró “fujimorista de corazón” y confesó que le llevaba pescado al ex presidente Fujimori a la Diroes. No sorprendería que Vieira esté dispuesto a perder su lugar en la Comisión de Fiscalización, a cambio del manto protector que le puedan brindar los 72 congresistas de su ex partido. Además, podría tener intereses particulares que buscaría impulsar desde el Congreso con la ayuda del partido naranja.

No creemos, además, que no fuese consciente del enorme daño que sus declaraciones le ocasionaría al Gobierno de PPK, que busca acallar y olvidar los escándalos de los primeros cien días. El daño en la imagen de la bancada es ya irreparable y lo que le puede acarrear al Gobierno, podría ser funesto. A la luz de los hechos, todo un topo.

Finalmente, como para asegurarse de que el golpe sea mortal, dijo que su bancada siempre estuvo dividida tratando de adherirse y confundirse con el sentimiento de descontento que, se sabe, impera en los congresistas provincianos porque según se dice, no habrían sido tomados muy en cuenta. Entonces ahora Vieira pretende victimizarse de antemano cuando lo que toca, porque se lo ha ganado, es su separación.

Carlos Bruce, por el contrario, le enseñó cómo se manejan estas controversias en política al negarse a brindar declaraciones a la prensa sobre este tema. El es ducho en las artes políticas y lo ha demostrado. Los trapos sucios, se lavan en casa.

Se dice que “A río revuelto, ganancia de pescadores” y, en este caso, el refrán  calza como anillo al dedo. Parece que en el Gobierno no sólo se han encontrado gorgojos y topos, sino también rémoras, de esas que se pegan a los tiburones para alimentarse. A limpiar la casa de una vez por todas.

 

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Foto: El Comercio

 

 

APARICIÓN DE GRADO O FUERZA

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Después de una prolongada ausencia -con visos de una desaparición premeditada- y  un pronunciado silencio, Keiko Fujimori Higuchi volvió a la escena mediática anoche, con ocasión de la inauguración de su nuevo local partidario en Paseo Colón. Se dirigió a sus seguidores desde el balcón, a la usanza de los ochentas, para ensayar algunas explicaciones y lanzar, eso sí, duras críticas al gobierno de Pedro Pablo Kucynski (PPK).

Una pregunta cae de madura: ¿Por qué salió a hablar ahora y no antes,  o después? Nosotros planteamos algunas consideraciones.

En primer lugar, y por obligación, es que a  la señora Fujimori no le quedaba otra, pues al día siguiente estaba citada para asistir a la Fiscalía Especializada a rendir por el caso de lavados de activos que se le sigue. De no haberse presentado, ya que era la tercera citación, podría haber sido llevada de grado o fuerza en cualquier momento. Ella lo sabía y sabía también que el asedio de la prensa la esperaría el día de hoy y lo mejor era aparecer en público en otras circunstancias. Como siempre en ella, todo bien calculado.

Se decía, y nosotros estamos en esa corriente, que la depresión post derrota electoral no le habría permitido salir a exponerse a la prensa ni a los medios hasta ahora, pero la señora Fujimori debió encontrar consuelo rápido porque ya no había más tiempo para lamentos ni dilaciones. Pretender desconocer su depresión creo, honestamente, que es una falta a la verdad. La presidencia se le escapó como agua entre las manos. Y eso duele.

Con total desparpajo dijo anoche: “Especulaban que estaba deprimida, eso es para perdedores”, y no ha sido con certeza la más feliz de sus expresiones. Ha sido cuestionada porque la depresión es un estado emocional al que puede llegar cualquiera. Además dos millones de peruanos la padecen, según el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado. ¿Cómo se pueden sentir todos estos peruanos con este mensaje?

En segundo lugar, hace rato que el fujimorismo viene hostigando sutilmente al Gobierno y no tenemos duda alguna que Keiko ha estado moviendo los hilos detrás. ¿O alguien se cree que la bancada se ha manejado sola todo este tiempo? ¡Impensable! En esa línea, era hora ya de aparecer y pasar a comandar los ataques, y eso hizo. Fujimori ha retomado el liderazgo de su agrupación política para asumir la oposición de manera frontal y visible, con la soberbia que le da el poder de sus 72 congresistas. Y así lo recordó ayer, con alarde. Por tal motivo no pueden pasar desapercibidas las declaraciones recientes del congresista Becerril afirmando que: “Parece que a este gobierno le gusta vivir con la corrupción». Toda una afrenta, por decirlo menos.

Keiko Fujimori por su parte, con la misma vileza, se encargó de reiterar que este gobierno era la continuación del anterior (argumento de campaña) y basó su imputación sosteniendo: “Y una muestra de ello ha sido la contratación de ese asesor (Carlos) Moreno, es una muestra de esta nefasta continuidad”. Una incriminación falaz y que no se condice con la verdad, porque todos sabemos que Moreno ha estado en otros gobiernos también. Pero de seguro buscó un impacto mediático para descalificar al Gobierno en su lucha contra la corrupción. Un constructo forzado, pero posiblemente estudiado.

Con estas frases en tono de claro enfrentamiento y otras más que profirió durante su discurso, la número uno de Fuerza Popular, se demarca el derrotero por el que transitará en adelante la relación naranja con el Gobierno de PPK.

Finalmente Fujimori ha asumido su rol, muy a su estilo, quizás a sabiendas que ha bajado su popularidad en los últimos sondeos. Es posible que la estrategia que adopta, sin medir lo que ello pueda implicar con miras a sus aspiraciones para el bicentenario, le pueda jugar el efecto contrario. Ya lo veremos.

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Foto: Diario Uno

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Foto: El Comercio

¡RING RING! SEÑOR PPK

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El despertador está sonando y parece no sentirlo, es hora de sacudirse y pensar con claridad cada decisión que se tome en adelante

Siendo aún prematuro hacer un balance certero, a poco más de 100 días de gobierno, no deja de preocupar la percepción que se viene formando en la opinión pública y en la ciudadanía en general. El Gobierno no termina de designar a los funcionarios de confianza en todas las áreas, generándose la impresión que no se estuvo preparado para esta situación. La sensación de expectativas siguen siendo altas, la presión social empieza a acrecentarse (Las Bambas, la huelga médica y otras protestas) y las acciones concretas son aún incipientes. Entretanto las exigencias se tornan cada vez más urgentes y las críticas, políticamente muy duras.

El congresista Becerril dijo ayer, literalmente, lo siguiente: «Parece que a este gobierno le gusta vivir con la corrupción». Esta expresión no sólo es un gesto inamistoso sino que además es un juicio drástico e injurioso. Este nuevo ademán devela claramente que el fujimorismo no puede, todavía, pasar el trago amargo de la derrota electoral. No pareciera casualidad tampoco que la Comisión de Ética aprobase ayer iniciar “indagación preliminar” contra el congresista Gilbert Violeta, mandamás del partido de Gobierno, por el supuesto cobro de cupos en la campaña que pasó. Las comisiones de Fiscalización y de Ética parecen estar bien orquestadas.

El contacto con Alfredo Jalilie, de quien no vamos a emitir juicio alguno y menos sobre su honorabilidad, para colaborar en la reorganización del SIS no fue precisamente el más acertado. Era obvio que le iban a recordar su pasado dudoso en la era fujimorista. Pero todo parece indicar que no se ha reparado, hasta ahora, en lo que viene sucediendo desde el caso Moreno  y  se nombró además a Gerardo Eto Cruz, ex magistrado del Tribunal Constitucional (TC), que estuvo denunciado por recibir una coima del defenestrado y hoy preso ex alcalde de Chiclayo, Roberto Torres Gonzales. A pesar que salió airoso de este proceso y no pesa ninguna condena sobre él, vamos, nuevamente no fue la mejor elección. Felizmente, él ha renunciado de “motu proprio” al encargo sosteniendo que no se va a prestar para que se mancille su honra. Es su total derecho, para suerte en este caso.

La ausencia de Keiko Fujimori en el espectro político nos deja entrever y nos reafirma que sigue siendo más una estrategia que una decisión propia de la lideresa de oposición. Y si el oponente te ataca desde atrás, escondido, agazapado, resulta más que peligroso. Cuando todo esto viene ocurriendo, el Gobierno hace sus mejores esfuerzos para avanzar en las reformas, desestimando tal vez el entorno político que se viene cocinando o no es consciente de ello, prefiero creer en lo primero. La población, por su parte, sigue esperando cambios y no expresa una voluntad mínima de paciencia. El tiempo se ha convertido en el peor enemigo.

Todo este sin sentido, para un Gobierno que se inicia, no es del todo justo, pero demuestra que faltan cabezas para pensar en todo y que no se están revisando debidamente los antecedentes de vida de las personas que se convocan, y eso les está costando el “cogoteo” político. Parecieran estar padeciendo un estado de somnolencia o quizás estar en un profundo sueño, que puede convertirse en una horrenda pesadilla. Se advierte que la enmienda y las reacciones oportunas no son una fortaleza, muy a nuestro pesar. PPK y su equipo no tienen más tiempo para darle cuerda al reloj, el timbre suena, tienen que despercudirse y empezar a dar la hora ¡YA!  

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Foto: El Comercio

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