Esta frase del maestro Yoda, característica de la saga de Star Wars, cae a pelo para explicar, desde una óptica particular, las consecuencias del mensaje patrio de este 2017.
Pedro Pablo Kuczynski (PPK) dirigió su segundo mensaje a la Nación por 28 de julio. Mucho se ha hablado del contenido del mismo. Analistas, periodistas, opinólogos y demás, han dado a conocer a la opinión pública sus puntos de vista sobre los aciertos, desaciertos, gestos y carencias, del mensaje anual por el 196 aniversario de la independencia.
Todo ocurre en el contexto de una recomposición del gabinete ministerial, donde se ha criticado el reacomodo de sus piezas y alguna elección cuestionada. El gabinete debía oxigenar al Ejecutivo para emprender el segundo año de Gobierno con buen pie y eso no ha pasado. Al sentir de muchos esto podría generar efectos adversos en lo inmediato y las interpelaciones en el Congreso seguirían siendo la tónica del debate político . Ojalá, no sea así.
Sobre los contenidos del mensaje, de lo que se ha percibido positivamente o lo que ha sido cuestionado, lo dejaremos para los especialistas. Opinión tenemos todos y todas válidas, por cierto, pero no es en ese terreno en el que vamos a entrar, por ahora. Pondremos a consideración los gestos, las actitudes, las aspiraciones y las convicciones que hay en la esfera política, tras el mensaje de fiestas patrias.
Es inevitable empezar por resaltar el digno gesto de reconocimiento a 9 peruanos anónimos que estuvieron en primera línea frente al desastre “Del Niño Costero”, jugada con la que abrió el discurso. Además, el pedir un minuto de silencio por las victimas del fenómeno natural fue oportuno. Una buena movida, de seguro una bien pensada estrategia.
A renglón seguido hizo un exiguo “mea culpa”, atribuyéndose la responsabilidad por no haber magnificado las consecuencias que trajeron en la economía el caso Lavajato y el fenómeno natural que azotó diversas zonas del país, principalmente en el Norte. Pidió disculpas si fuese así. Buscó, en tanto, dimensionar los daños causados por el desastre y el mega caso de corrupción, pues adujo que esto nos ha costado 2% del PBI. Este lance, para muchos, pasó algo inadvertido.
Desarrolló su discurso con brevedad, en algo más de una hora, para al final cerrar con dos frases: “Firme y Feliz por la Unión”-frase que estableció el Estado Peruano en el siglo XIX- y continuó: “Perú, Una Sola Fuerza”. Más allá de esto que puede ser elocuente, el fondo es que el Niño Costero se fue, pasó, y si bien el slogan quedó y cumplió, ya no se puede gobernar con sólo ese sentimiento. La ciudadanía que ayer se solidarizó, hoy exige y ejerce presión. Las últimas encuestas lo corroboran.
En estos momentos hace falta una verdadera creatividad para enfrentar lo más difícil, la Reconstrucción con Cambios. Esta viene con retraso y las expectativas sociales son grandes y las ansias de fiscalización por la oposición congresal, mayores aún. La sensación de gobernabilidad en el país sigue siendo frágil, no lo podemos negar, es el momento de mostrar liderazgo y pragmatismo. En la actual circunstancia un slogan u otro no moverán al país, si PPK no lo hace con medidas firmes y originales.
Algunos mensajes se han hecho oír desde la otra orilla. Keiko Fujimori ha dicho: “(…) me hubiese gustado que hable sobre el apoyo a la creación de la Procuraduría General de la República o que hable del sector salud o educación con mayor profundidad (…)”. Sin duda tres aspectos, con los que podría estar enviando mensajes subliminales al mandatario. Recordemos que cuando ocurrió la renuncia “forzada” de las procuradoras Príncipe y Ampuero, ella le sugirió «sutilmente» reponerlas en el cargo. ¿Por qué insistir sobre algo que ya le hicieron caso omiso?
El actual presidente del Congreso Luis Galarreta adujo, por su parte, que en su nueva condición morigeraría sus declaraciones polémicas, pero se permitió opinar en el sentido que el mensaje de PPK “no tiene un norte claro” y sazonó sosteniendo que el año transcurrido pareciera ser el sexto año del gobierno de Humala. Felizmente iba a exhibir el “chip” de la prudencia.
Por su lado el nuevo vocero de Fuerza Popular, Daniel Salaverry, fue más mordaz al argüir que el mensaje de Kuczynski estuvo lleno de “sueños e ilusiones”. Pareció emular a su predecesor en la vocería partidaria. Quién sabe se estaría ganando los méritos, a futuro, para conducir la mesa directiva después de él y de Chacón, claro.
Deje de creer señor Presidente. Fuerza Popular no le facilitará nada que lo beneficie, no es una oposición «obstructiva» en las formas- mas sí en el fondo -, pero además tienen intereses nada buenos para su gestión, paradójicamente, ya que no comprenden ni aquilatan la posibilidad que si su gobierno fracasa, las cartas estarán echadas para el renacimiento de otro aventurero político, y con certeza de lo más radical.
Más que #Una Sola Fuerza le es imperativo ahora legitimar el poder que le han dado los votos para trazar un camino, duro y ambicioso, en el que su gestión está obligada a emprender una lucha real y frontal contra la corrupción. Ésa es la gran batalla que le ha tocado vivir en su periodo, nada más urgente. Y con ello, por añadidura, doblegará cualquier interés subalterno que puedan tener algunas fuerzas políticas que no lo ven con buenos ojos. Todos queremos un país sin corrupción, o reducida a la mínima expresión, por lo menos.
El Estado no puede seguir cargando en sus cuentas el costo que representa esta lacra nacional. Es ahora o nunca. PPK tendrá que actuar cual el Maestro Jedi, Luke Skywalker, en el Episodio VII de la saga de Star Wars – “El despertar de la Fuerza”- en el que es llamado a librar una incansable batalla contra una idiosincrasia, de tipo amoral, que ha oprimido, carcomido y que ha venido enfermando cada vez más a nuestra querida Nación. Es una cuestión de decisión y valentía, nada más.
Y sí señor Presidente a una sola fuerza estamos todos los peruanos de buena voluntad para que Usted dirija un Gobierno con liderazgo, aplomo y, sobre todo, haciendo uso de esa experiencia de la que pocos gozan y que Usted, la tiene de sobra.
Es su última oportunidad. ¡“Que la Fuerza le acompañe”!
Foto: La República
Con Ajos y Cebollas 