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Tras su llegada del periplo por la China y un breve paso por New York el presidente, Pedro Pablo Kucynski, encuentra un panorama poco alentador e incierto para llevar a cabo sus planes de gobierno.

Luego que el pedido de facultades legislativas fuera repartido en 10 comisiones para ser desmenuzado, como si el nivel de análisis de los congresistas fuera tan técnico, salvo honrosas excepciones claro, PPK ve como su fajín se viene convirtiendo en una camisa de fuerza.

Cabe precisar que, en las últimas décadas, no hay precedentes de tan tenaz resistencia para otorgarle las facultades a un gobierno que inicia, que además se enfrenta a la paradoja de tener que solicitárselo, cual permiso, a quienes le ganó la elección. Toda esta discusión va generando una pérdida de tiempo, innecesaria, que le impide al Gobierno dictar medidas precisas para enfrentar los grandes problemas del país: el crecimiento económico, la seguridad ciudadana, la corrupción, la salud y la educación, por nombrar algunos urgentes, y que no pueden esperar más.

 El discurso de la bancada fujimorista, maquillado como democrático y conciliador, expele, aún, un olor a resentimiento, a venganza y que puede condicionar en mucho el éxito o fracaso de este gobierno. No en vano, cual fantasma,  Keiko Fuimori ha desaparecido de la escena política y parece ser su estrategia mantenerse escondida, para salvaguardarse de la maquiavélica conducta adoptada por su cítrica  bancada, sin duda ordenada por ella.

 Lo ocurrido con Yeni Vilcatoma, “adalid” de la lucha contra la corrupción en la campaña electoral, es una muestra más del autoritarismo que hace gala este partido y su joven lideresa, lo tiene en su ADN, es su doctrina, desde su nacimiento y es difícil creer, por lo mostrado, que han cambiado de verdad. La aprobación del proyecto de la “Ley anti trasfuguismo”, le pondría candado a posibles salidas futuras y eso es una seguridad para ellos.

 El doble discurso para fortalecer la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) evidenciado por Keiko en campaña, y ahora «desautorizado» por sus congresistas, muestran el corolario de una actitud contradictoria que exhiben los parlamentarios fujimoristas en la coyuntura actual.

 Ojalá asomen pronto los consensos y no se amarre el desarrollo de nuestro país, porque hay muchas personas que lo esperan y, otras, que con mezquinos intereses,  podrían hasta desearlo.  Estaremos atentos.

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Foto: Andina