PAPA NO AYUDES

La semana que pasó el extravagante patriarca de los Humala, Isaac Humala, pretendió lanzarle un salvavidas “jurídico” a su hijo Ollanta Humala Tasso.

Y es que don Isaac, abogado de profesión, sostuvo que los aportes recibidos por su hijo de parte de la empresa Odrebrecht para la campaña del 2011 habrían sido en calidad de “colaboración ideológica” y no como soborno. Dicha teoría la basó en la identificación de ideas en el terreno político, con el gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva.

A ver vamos por partes y cucharadas. Si fuese el caso, el dinero recibido por Ollanta Humala-3 millones de dólares en efectivo- según Jorge Barata y ahora reafirmado como parte de las delaciones premiadas por el mismísimo mandamás, Marcelo Odrebrecht, provienen del Departamento de Operaciones Estructuradas de la constructora brasileña. Si esto es demostrado por la justicia peruana se estarían configurando las condiciones para tipificar el delito como Lavado de Activos. Otro hecho, probable, es el posible desbalance patrimonial que han exhibido los Humala Heredia durante el lustro. Además, este dinero nunca se declaró a la Sunat ni mucho menos fue bancarizado. Acá concurren más razones a favor y, de hecho, otros delitos.

Cabe preguntarse también  ¿qué interés tendría Odrebrecht en apoyar con 3 millones al pasado régimen Nacionalista?, ¿a cambio de qué?, ¿patrocinan ideologías las empresas? Lo dudamos.

De otro lado Ollanta y Nadine han negado a los cuatro vientos haber recibido ese dinero. Por esas «coincidencias» que tiene la vida, la misma semana, el titular del Poder Judicial (PJ), Duberli Rodríguez, le echó una manito al pronunciarse sobre este caso, en un claro adelanto de opinión, argumentando que “no puede pedirse prisión preventiva por el dicho de un colaborador” y remató aseverando que “los dichos de colaboradores no son imparciales”. Un pronunciamiento inmoderado e inoportuno, por decirlo menos.

Curiosamente días después  la Segunda Sala Penal de Apelaciones le revocó las medidas restrictivas a Nadine Heredia que le impedían dejar el país libremente, para muchos todo un escándalo.  La ex primera dama podrá salir ahora mismo a su mero antojo. Sin embargo, en otro caso, al día siguiente, le denegaron la acción de “tutela de derecho” con el que su defensa pretendía invalidar las agendas en las investigaciones para considerarlas como “prueba prohibida”. Grueso revés, por ahora.

Frente a ello, volvió reaparecer Rodríguez para opinar que las críticas que recibió fueron injustas, entre otras, porque Heredia había tenido un fallo a favor y otro en contra. Con esta intervención trató de desmarcarse de su desliz mediático, aun cuando su pronunciamiento anterior pudo haber condicionado alguna de estas decisiones.

En resumen, la actuación del presidente del PJ fue ampliamente criticada, desatinada y en los tiempos que se viven, se podrían prestar fácilmente para las suspicacias. Quedó la percepción que Duberlí Rodríguez le echó un espaldarazo a la pareja conyugal. El suceso ha sido tomado como una evidente e inaceptable intromisión  del máximo representante de la judicatura.

En estos momentos la atención ciudadana está a la expectativa, vigilante de los hechos y para su suerte las declaraciones del grandilocuente don Isaac Humala, una vez más, puso en aprietos a su hijo Ollanta, sugiriendo con su argumento que ese dinero fue recibido por su vástago.

A Ollanta Humala le vendría mejor que su padre permanezca en silencio y se inhiba de sostener argumentos forzados. Como se diría en familia: «Papá, no me ayudes».

HUMA-ODRE

ISACHUM-DUB