CARCEL

El jueves pasado Pedro Pablo Kuczynski (PPK) le lanzó una flor al fujimorismo. Dijo que ya era hora de voltear la página, textualmente afirmó: “Voltear la página significa olvidar y perdonar”.

El primero en coger la flor fue el propio Alberto Fujimori Fujimori desde su encierro, quien a través de su cuenta de Twiitter dijo: “El presidente Kuczynski  propuso hoy voltear la página. ¡Tiene razón ¡ “. Estos coqueteos han vuelto a alborotar el cotarro político en el país. De inmediato surgió la interpretación de un posible indulto al inquilino de la DIROES.

Parece ser que las ofensas, epítetos e insultos de grueso calibre que ppkausas y fujimoristas se profirieron en campaña y la sangre en el ojo que niegan tener los que perdieron la elección, podría empezar a disiparse por acuerdo o por conveniencias mutuas. Lo dilucidaremos pronto.

Sin embargo, algunas reacciones no se han hecho esperar. El congresista Carlos Bruce, vocero de la bancada oficialista, se anticipó en pronunciarse en favor de esta posibilidad aduciendo razones humanitarias. Queda la sensación que su benevolencia respondería a congraciarse con los congresistas de Fuerza Popular y lograr que le reduzcan la sanción recomendada por la Comisión de Ética (120 días) que le impondría el pleno, próximamente, o lo que es mejor buscar impedir que sea llevado a la sub Comisión de Acusaciones Constitucionales para su desafuero.

El vocero de Fuerza Popular, Luis Galarreta, fustigó que Kuczynski hiciera del indulto un tema político puesto que aseveró que con su sola firma él puede zanjar con el tema, si así lo quisiese. Lo evidente es que el país podría partirse en dos nuevamente.

Por su parte PPK, no demoró en aclarar desde Ayacucho que eso está en evaluación y que no sería una ley con nombre propio sino que se daría para más personas por condiciones de edad o estado de salud. Lo cierto es que en cualquiera de las posibilidades el reo Fujimori sería beneficiado. La cuestión no es la medida en sí sino la pertinencia de la misma en la actual coyuntura.

Mientras se escriben estas líneas el Congreso debate la aprobación del Proyecto de Ley de la Reconstrucción Nacional en la que la mayoría parlamentaria se ha pronunciado en contra y ha evidenciado serios cuestionamientos al proyecto como ha sido planteado. Todo indica que sería modificado en parte por recomendación y participación de la Comisión de Constitución.

No pasó inadvertida la intervención de Kenji Fujimori quien llamó la atención de su bancada y los conminó a aprobar el proyecto tal y como está, dándole el beneficio de la duda al Gobierno. Una opinión más de Kenji en contrario a su bancada.  Es posible que el congresista Fujimori sea más indulgente con su padre y esté a favor de que le brinden el ansiado indulto a cualquier costo. Con este hecho singular viene quedando cada vez más que claro, y públicamente, que existe un resquebrajamiento interno en el mismísimo cogollo fujimorista.

No se sabe a ciencia cierta si es que algún brillante asesor del Gobierno le habría propuesto al Presidente propugnar este acercamiento con el fujimorismo, coincidentemente,  cuando el Ejecutivo había presentado al Congreso el Proyecto de Ley para la Reconstrucción para su discusión o ha sido un impromptu del jefe de Estado a propósito de la Semana Santa y del periodo pascual. Nos quedaremos con la duda por ahora, pero es evidente que un sector de la población no ve con buenos ojos esta medida. O por lo menos que se otorgue en forma de canje.

Finalmente indultar a Fujimori es una facultad presidencial y una posibilidad del régimen de PPK para pretender acercarse al fujimorismo y lograr su posible apoyo en el Legislativo. Caso contrario, la gobernabilidad será un dolor de cabeza permanente, cual migraña crónica, y ya lo entendieron así. Pero queda en evidencia también que la facción “keikista” no lo ha tomado a bien y parecieran no querer transar con el oficialismo. Más aún- como lo venimos afirmando en publicaciones anteriores-parecen no entender todavía que el fracaso de este gobierno podría llevar al país a una situación muy peligrosa en el 2021.

La cuestión, sea como fuere, ya está planteada para el gozo de muchos en desmedro de otros tantos. Como pintan las cosas podríamos tener, políticamente hablando, una sorpresa en las próximas semanas. Quién sabe podría ser este 2017 un día del padre especial, para ser recordado por fujimoristas, “keikistas” y “kenjistas”. Corren las apuestas.

keiko y kenji

Foto: El Comercio

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